viernes, 5 de diciembre de 2014

VALORES DETERMINANTES DE LA PAZ

LA PAZ: es un valor fundamental que orienta nuestra vida personal y social, y trata de extender los derechos humanos a todo el mundo. La paz es el proceso de realización de la justicia en los distintos niveles de las relaciones humanas. Este proceso hace que surjan los conflictos, se afronten y se resuelvan de una forma no violenta. El fin de la paz es lograr la armonía de la persona consigo misma, con la naturaleza y con las demás personas en una sociedad. La paz no se define por la ausencia de guerra o de conflictos sino por la presencia de la justicia social y el bienestar, por la satisfacción de las necesidades básicas de todas las personas, tanto en sentido espiritual como material. La paz es vista como un proceso, que hay que construir. Gandhi decía “no hay un camino para llegar a la paz, la paz es el camino”


La paz es vista hoy en día por la sociedad como un deseo; Todos quieren la paz del mundo pero no hacen nada por conseguirla. La sociedad, en general, se ha sencibilizando poco a poco, pero no todos ponen voluntad. Hay  algunos países que siempre siembran la discordia, que por creencias no son capaces de respetar la paz; países que viven prácticamente en la miseria siendo muy ricos (poseyendo petróleo, reservas minerales, etc.). Pero también, da la casualidad que hay estudios que nos demuestran que sus gentes viven, en su mayoría, en el analfabetismo y se dejan llevar por todo lo que les dicen, ya que no poseen ideas propias, con la consecuencia de que siempre hay alguien dispuesto a implantar sus ideales que en la mayoría de los casos son destructivos
Antiguas civilizaciones han considerado la paz como ausencia de guerra, y muchas personas actualmente, también lo piensan. Para esas personas, la paz es lo opuesto a la guerra, y eso es un concepto negativo de paz.  Existen otros conceptos más correctos de paz que provienen de otras tradiciones como: Paz significa amor, entrega, sacrificio y todo tipo de servicios al prójimo y al enemigo
La lucha, el mantenimiento y la construcción de la paz es un esfuerzo para desarrollar los derechos humanos, claves para la convivencia. El proyecto ético del pacifismo es la lucha pacífica por esos derechos. • PACIFISMO: movimiento social que se caracteriza por un deseo de vivir en paz y con paz. Ayuda en la resolución de conflictos, la comunicación, el diálogo y el respeto, basado en la convivencia democrática. Los conflictos no pueden zanjarse con una intimidación armamentística, ya que sólo se causaría más guerra;

 Hoy en día, los políticos pretenden conseguir la paz en cumbres políticas con otros países y religiones, simplemente con un apretón de manos. Durante toda la historia, múltiples guerras han matado a miles de personas inocentes. La paz se consigue luchando por ella, proponiendo nuevos ideales, pero llevándolos a cabo. Esto lo realizan los misioneros, las ONG y las diferentes comunidades religiosas. Los misioneros son personas que, voluntariamente, deciden dejar todo para irse a servir a los países más necesitados del mundo e intentan fomentar el desarrollo de países o lugares que lo necesitan.

PAZ INTERIOR
Casi siempre que se habla de paz se piensa en algo que solo incumbe a los demás en situaciones exclusivamente externas o asuntos que competen a las fuerzas armadas o al gobierno y lo que es peor, que la paz se consigue con la guerra. Pero, la verdad es que los seres humanos luchamos por lograr la paz y sobre todo la paz interior por la necesidad de estar en armonía con nosotros mismos. Nada más desagradable y lamentable que estar uno en desacuerdo, contrariado y aburrido consigo mismo. 
Como se trata de la paz en nuestro interior, es necesario empezar por nosotros mismos. De alguna manera, estamos programados para disgustarnos si el comportamiento de los demás no responde a nuestras expectativas así como nos da ira si las cosas escapan a nuestro control. Esto quiere decir que tenemos que ejercer control sobre nosotros mismos; pero primero hay que ser conscientes de la situación; el asunto no es fácil, pero si es posible. Tenemos que empezar por tener una alta autoestima, una gran fe y confianza en sí mismos y tener en cuenta el mundo está cambiando, las circunstancias varían, las decisiones y acciones de los demás nos contrarían, pero no podemos asumir todo esto como problemas personales, y tomemos la decisión de no disgustarnos, Si conservamos la calma, si no nos alteramos, si no tomamos decisiones precipitadas, podemos ver con claridad y encontrar la salida. Lograremos la paz interior si somos sinceros y no nos engañamos ni engañamos a los demás, si trabajamos con amor, alegría y dedicación, si somos justos con nosotros y con los demás. Vivir la fraternidad y la armonía entre los seres humanos son los ideales de paz que más se predican, en contraposición al desastre, la guerra y a todo género de conflictos. Pero la paz no comienza desde fuera, sino desde dentro. No depende de las decisiones de altos funcionarios sino de lo que llevamos en el interior.

Las dificultades entre los seres humanos suele ser algo común. Quien no sabe vivir en paz generalmente lo identificamos como una persona conflictiva porque:
- Es imposible llegar a un acuerdo, aunque sea pequeño y de poca importancia.
- Tiene una marcada tendencia a buscar en las palabras un doble propósito, normalmente negativo.
- Se siente aludido y agredido ante cualquier circunstancia, y más si está en contra de sus intereses.
- Busca por todos los medios "salirse con la suya" aunque esté equivocado.
- En el trabajo o los negocios crea dificultades inexistentes. - Discute con facilidad.


VALORES
: Se requiere de unos elementos indispensables para ponerle las bases, erigirlas y sostenerla contra el tiempo y las adversidades.  RESPETO, DISCRECIÓN, CONTROL, MODERACIÓN, OBEDIENCIA, HUMILDAD, TRANQUILIDAD, ORDEN, DIALOGO, COLABORACIÓN, CONCERTACIÓN, TOLERANCIA, SOLIDARIDAD, AMOR, VERDAD, JUSTICIA, HUMILDAD, APERTURA, LIBERTAD, PERDÓN Y SERENIDAD.
Como en todos los valores, se requiere la iniciativa personal para lograr vivirlos. La paz interior surge como un producto del conocimiento propio: aprender a dominar nuestro egoísmo y el deseo de tener siempre la razón; saber escuchar y comprender las debilidades propias y ajenas. Pero sobre todo: pensar en los demás siempre. Cuando esto ocurre conciliamos la paz con nosotros mismos y con nuestros semejantes. Cada 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz. La Asamblea General ha decretado que este día se dedica a reforzar los ideales de la paz en todas las naciones y pueblos del mundo.  La celebración de este año se dedica a la conmemoración del 30º aniversario de la Declaración de la Asamblea General sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz